Se estaba haciendo un té.
La tierra tembló ligeramente.
Me miró.
Siguió con el té,
la mano pequeña introduciendo la bolsita,
los pasos lentos.
-Tía llueve ahí fuera, llueven flechas y caramelos.
-Vaya. Exclamó moviendo el azúcar.
-¿Vaya?
-Jamás podré llegar ahí fuera.
-Puedes mirar por la ventana.
-No me interesa.
Siguió con su té.
Como antes hablábamos, vivimos demasiado absortos en nosotros mismos como para interesarnos por nada más.
ResponderEliminarEn algunos lares, cuando llueven flechas y caramelos, mejor no asomarse a la ventana.
ResponderEliminarMe gusta. Abrazos.
Lo dudo, hay que tener el valor para ver los que nos rodea, un poco más allá de nuestras cuatro paredes pero sí entiendo lo que quieres decir
ResponderEliminarEl texto era una metáfora.
Abrazos
Ya, desde ese punto de vista tienes razón y tu metáfora es muy clara. Pero es que la foto me recordó un episodio, de otra vida…
ResponderEliminarNo sé lo que quería expresar es que la gente no es consciente de lo que está pasando en el mundo hoy en día y que a veces ni siquiera quieren serlo, pero me parecía más bonito decirlo así.
ResponderEliminarCada uno es dueño de su propio ombligo, hay gente que sólo ve las cosas de las que es dueño... todos pecamos de egoístas y egocéntricos de vez en cuando., la diferencia entre unos y otros es la frecuencia con la que esto ocurre.
ResponderEliminarSí, sí está claro, me incluyo en ese grupo de gente de la que hablo
ResponderEliminarCreo que todos nos sentimos un poco identificados al leerlo, y el que diga que no se siente identificado (o lo piense)miente!! xD
ResponderEliminarLlueven flechas hasta cunaod todo está despejado... Yo sigo con mi té.
ResponderEliminarTemazo :)
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