domingo, 19 de junio de 2011

Si no hablas, te dolerá menos





Hoy me ha dicho el médico que me muero.
Me muero de hambre.
No entiendo muy bien que quiere decir esa afirmación, pues nunca fui a la escuela.

Mi abuelo murió, murió porque decía que ya había vivido muy bien.
También conozco gente que ha muerto de pena.
Pero yo, en cambio, me muero de hambre.
Dice que es una muerte muy común y que al parecer no se ha encontrado cura todavía.
Están investigando me ha dicho.
También mencionó algo del virus que la provoca: egoísmo creo que dijo, pero hay otras causas.
Como terapia paliativa me ha recomendado silencio, mucho silencio.
No sé de medicina.
Sin embargo, hoy me estoy muriendo y no entiendo porque tengo qué callarme.

miércoles, 27 de abril de 2011

Nuestro pequeño pequeño mundo

Se estaba haciendo un té.
La tierra tembló ligeramente.
Me miró.
Siguió con el té,
la mano pequeña introduciendo la bolsita,
los pasos lentos.
-Tía llueve ahí fuera, llueven flechas y caramelos.
-Vaya. Exclamó moviendo el azúcar.
-¿Vaya?
-Jamás podré llegar ahí fuera.
-Puedes mirar por la ventana.
-No me interesa.
Siguió con su té.

miércoles, 6 de abril de 2011

Oda a mis gilipolleces


Aquí encontrarán una oda a mis gilipolleces:

He de decir que me encantan los padres que llevan a sus hijos cansinos a hombros durante toda una cabalgata para que puedan ver lo que hay detrás de todas las cabezas, curiosamente unos cuantos cabezudos. Me gustan las tenderas que envuelven el pan y los bollos en ese papel tan finito que parece que sea comestible. Adoro el repugnante olor a avecrem de todas las comidas de la vecina, huele a barrio.

 Me gusta la gente que se chupa el dedo para pasar las hojas de los periódicos y parece que le fuese la vida en ello. Me gusta el mango y me vuelve loca el pan con mantequilla, azúcar y miel. Me entretengo observando a las parejas y cuanto más extrañas mejor. Me pregunto porqué estarán juntos, qué es lo que ha visto ella en él y él en ella, que es lo que pone cada uno en la balanza, cómo se conocerían y otras preguntas absurdas que sólo puedo responder con mi imaginación.

 He de decir que también me gusta la gente que olvida que está moviendo la boca y gesticulando en su conversación con nadie. Amo espantar a las palomas (ligeramente malvado). También me divierto con aquellos que llegan tarde y te ponen cualquier excusa como que había tráfico, luciendo un peinado a lo recién levantados de la cama y huelen a sábanas.

Adoro los grumitos del colacao y mirar a la gente en el metro. Odio las frases “que dura es la vida”, “así es la vida”, “soy así, qué se le va a hacer” (¿Matarte tal vez?). Me gustan los dientes ligeramente separados.
 No soporto que pongan la música a tope en el móvil cuando van por la calle y se crean los más “gansta”.

Odio a los perros pequeños (lo siento perrillos, sé que es injusto). Me gusta que la gente se sorprenda por cosas absolutamente obvias. Me rio con gilipolleces como que falle el doblaje de un vídeo. A veces disfruto viendo como mi padre pilla o regaña a mi hermano (también ligeramente malvado, pero él puede llegar a ser realmente gracioso).

 Quiero y detesto al portero de mi edificio, aunque parezca cansado y en ocasiones resulte borde, hoy por un momento creía que lo habian sustituido por uno más jóven y alegre y me ha dado pena. Me gusta apostar aun sabiendo que pierdo. No puedo evitar probar la comida caliente y quemarme la lengua (dolor que me fastidia el resto de la comida). Me gusta cuando Cristina se tropieza con el cable del teléfono.

Me encanta cuando alguien te gusta y tú también le gustas pero todavía apenas os conocéis y os dais dos besos. Ambos pensando en los besos y en el momento...Parece que sean los dos besos más lentos del mundo, casi eternos. Son dos besos pensados, calculados. Se dan ligeramente cerca de los labios pero no demasiado para que no se malinterprete, ligeramente sonoros pero sin ser de abuela, dulces pero pasionales...

 Odio las muertes y no sólo por el hecho de que se muera alguien sino porque siempre están relacionadas con cosas raras. Me gustan los silencios de algunas personas. Odio las pasas y amo dormir con la ventana abierta y que entre el aire mientras me tapo hasta arriba. Adoro el verano y la música.

Me gusta estúpidamente corregir a mis padres y a mi hermano (cosa que jamás ocurre) y molestar a Mateo. No me gusta que mi padre esté tan orgulloso de mí y piense que soy muy lista pero me gusta cuando madrugamos mucho para que él vaya a trabajar y todavía es de noche (cuando era pequeña solíamos hacerlo y era tan emocionante sólo porque era de noche).

Me gusta Cortázar, odio que te digan lo siento cuando se muere alguien y encuentro que el momento más bonito del día es aquel en el que todavía hay luz solar pero se encienden las farolas (al atardecer).

jueves, 17 de marzo de 2011

La vida, pirata




Estaba sentado con la cabeza entre los brazos que a su vez estaban apoyados en las piernas cuando alguien le golpeó en el brazo. 

- ¡Eh chico! -Dijo con una voz grave y oliendo a alcohol- Yo también me he preguntado a veces que hago aquí, pero créeme no tiene sentido o quizás sí pero no lo hagas demasiado, no es un consejo, es una orden. Puedes nadar hasta la orilla si quieres, es posible que el tesoro que buscamos esté allí, que la encuentres llena de manajares y placeres, o también es posible que mueras en el intento, pero escúchame bien chico, sea lo que sea, este barco seguirá sin ti ¿Me entiendes?

Entonces él aturdido levantó la mirada y de repende recordó respirar.

jueves, 10 de febrero de 2011

lunes, 24 de enero de 2011





Paranormal, Paraguay, parapléjico, parabrisas, parábola, paradigma, paracetamol, parachoques... ¿Para qué? Para los normales, para los guays, para los pléjicos, para las brisas, para las bolas, para los digmas y los digmenos, para los cetamoles y los i griegamoles y para los choques.

Dicotomía, día, discurso, diccionario, difunto, diálogo, diferir, divertirse, dígito, dilema, distrito; di: cotomía, a, scurso, ccionario, funto, álogo, ferir o no ferir ( esa es la cuestión) , vertirse o no vertirse, gito o gita (según sus gustos), lema y strito.


Me apetecía escribir sin sentido.


Y para terminar un poco de pitirasis aliñada con pediculosis, no olvidar espolvorear los especulos y servir con Chiríqui y gracia.

jueves, 20 de enero de 2011

HUMANS


El ser humano tiene una gran ventaja y un gran inconveniente.

La gran ventaja es que se adapta a todo muy bien y muy rápido.

El gran inconventiente es la gran ventaja.