jueves, 14 de octubre de 2010

jueves




- Me gustaría que estuvieses aquí conmigo.
-Estoy aquí. Rió ella, distante, como siempre. Forzada, como últimamente. Escondida.
-No, lo digo enserio. Aquí, que pudieses tocarme, que pudieses sentir como lo hago yo.
Se miran. Le duele, le duele mucho.
Y entonces, sin más, ocurre. LLora, llora la niña que lleva dentro, esa a la que le cuesta respirar y que anda siempre acatarrada. Llora la niña que está muriendo.
¿Y él? Él sonríe por dentro.