sábado, 1 de septiembre de 2012

Las partes de una noticia





Epígrafe: Alicante.
Titular de noticia: He cerrado los espacios.
 Entradilla: Andrea Andreu Corrales declara que el umbral de la sonrisa fácil se ha vuelto inaccesible. “He vuelto a los silencios”.

Bajada:
- Parece que hoy está nublado.
- Me duele la cabeza.
 - Pues nada… ya estamos en septiembre.

 Cuerpo de la noticia: El fenómeno ha tenido lugar hoy en la madrugada del día sábado 1 de septiembre de 2012, coincidiendo con la subida del IVA. Los varios intentos por parte de los periodistas y familiares para que la protagonista acceda a una entrevista han sido en vano. Las únicas declaraciones obtenidas en el lugar del crimen han sido las siguientes: “¿Cómo explicar que las ausencias sean permanentes?” y “¿Podría usted darme un vaso de agua?” Finalmente la joven de pelo castaño alegó: “He vuelto a los silencios”. Los expertos confirman que hay un gran número de posibilidades de que tras un largo e intenso contacto con seres humanos la chica quedase exhausta. Otras fuentes minoritarias alegan que el origen podría deberse a un ataque alienígeno. De momento estamos a la espera de nuevas noticias pero prometemos mantenerles en contacto.

Foto: robada.
Fuente:   El periódico narcisista.

martes, 21 de agosto de 2012

There are some monsters out there


Padecer  la  imperfección de los segundos. Sufrir en el absurdo de la fuerza de gravedad y otros matices.  Con el miedo.  Conocer a la muerte, saludándote, con tu misma sonrisa cínica. Huir. Esperar  sentado por si late, por si despierta, por si de pronto un beso o alguna otra banalidad. Por si de pronto caminar con los zapatos llenos de lluvia descalzo por la calle para encontrarte con ella, etérea bajo la luz de la farola.  Pasar de largo por si acaso penetrase en el umbral  del pálpito imposible.  Por si ella lo supiese, seguir así, sin recuerdos ni sorpresas. Sin luz. Mejor permanecer en la rueda, en la imperfección de los segundos… Por si vuelve. 

viernes, 20 de julio de 2012

Miserias humanas, parte 2

Andamos tan faltos de cariño, tan siervos de una caricia que, en ocasiones, un animal pequeño, un insecto, encuentra un águila distraída y se queda para siempre a vivir en su pelusa.





Sólo por el calor que emite. 

domingo, 8 de julio de 2012

La vida es un problema de justicia




Hombres-rutinarios, hombres-máquina, burócratas, burgueses, comerciantes, felices inquilinos de Beocia: en el tranvía, en la calle, a vuestro lado, rozando vuestras ropas, conversando con vuestros hijos, van unos seres mucho más peligrosos que los bolcheviques: los artistas puros. Tienen una aspiración aún más tremenda que la esperanza del proletariado: quieren suprimir el pacífico sol de vuestras digestiones, la lívida lluvia de vuestros idilios, el rosado cielo adonde soñáis ascender en compañía de vuestras respetables familias para sentaros cómodamente a la diestra de Dios padre.
¿Qué hacen vuestros valientes generales, vuestros virtuosos obispos, vuestros honorables policías?

                                                                               José Díaz Fernández

sábado, 26 de mayo de 2012

Miserias humanas parte 1


Volver a tu piel salada, a tu respiración, a mis precipicios cerca de tus manos.
Volver con todos los defectos a tu recuerdo y decirle que ya no pienso él.

viernes, 18 de mayo de 2012



Resulta que aparece y se despereza despacio, con la tranquilidad de un domingo de mañana siendo martes  y sonríe levemente con el brillo en los ojos del que está buscando algo. Resulta que camina, oye música y la encuentra. Allí están los de siempre, los mismos tambores, las mismas maracas, las mismas personas…
Ella se queda mirando a cada uno un tiempo detenido y le sorprende que sean tan felices, no dejan de moverse, no dejan de reír. Le sorprende que estén tan definitivamente unidos, las miradas, la música ahora más cercana, todo le sorprende, le enternece más bien. Distraída, les mira sin darse cuenta de que ella posee el mismo gesto que los demás y resulta que está sonriendo como ellos… Sólo con mirarlos. 

viernes, 30 de marzo de 2012

Cuando una bala


Cuando una bala explique la profundidad de una garganta.
Cuando una bala comprenda lo paradójico del ayer.
Cuando una bala contenga la lágrima prematura, cuando una bala me sude las manos.
Cuando una bala, en el silencio escrupuloso de un abrazo, me susurre.
Cuando una bala se extrañe de sí misma y entienda lo efímero de un parpadeo.
Cuando una bala cargue con la distancia absurda de una vida.
Cuando una bala mimetice el encanto de este poema a medias.
Cuando una bala... amanezca.

jueves, 2 de febrero de 2012

Bang away

"Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana..."
Pablo Neruda


Hoy te he recordado más de lo debido, más de lo vivido.

Hoy tiempo diferido, desde donde nace lo que nunca ha sido.

Supongo que te quiero hasta la luna...
ida y VUELTA

sábado, 28 de enero de 2012

¿Bailamos?




Sonaba música, lejana, distante, sentí que bailaba gente y quise acercarme, quise bailar con ellos, pero no conocía ese ritmo. No era un tango, que va, era algo mucho más lento, tampoco era un vals, no era demasiado tierno, era más bien un baile de cinturas para abajo en el metro y miré al suelo y de pronto me di cuenta, llevábamos los mismos zapatos.

La vi a ella, tan atractiva, tan insinuante y de pronto todas las sombras fueron de su baile. Todos los movimientos fueron de su cintura y todos los sonidos provenían de su pelo.

No quería, pero tampoco podía evitarlo, me fui acercando como empujado por algo, no sé si eran los demás que me empujaban o era yo solo, ya no podía mirar atrás, solo podía mirarla a ella.

Bailé, bailé con ella, fue tomarle las manos y yo ya estaba llorando. Aunque no había lágrimas, era más bien un murmullo por dentro, era como cuando te vas olvidando algo y no sabes muy bien qué olvidas. Una sensación de ir hacia alguna parte y no saber hacia dónde y volver al mismo baile, con los mismos pasos.

Yo no sabía bailar pero ahí estaba junto a su silueta. Levanté los ojos, al fin, tuve valor por una vez. Entonces vi que la boca le olía a cansancio y los ojos le sabían a niebla. Algo en mí seguía diciéndome que estaba olvidando, quizás debería irme pensé, pero era tarde y hacía frío fuera. Ella también lloraba, lo sentí, pero el sabor a niebla de sus ojos no me dejaba distinguir las lágrimas.

De pronto me miró y me dijo que se llamaba Rutina y que si quería ser su Rutinario.

viernes, 6 de enero de 2012

El escritor



El escritor construye y recuerda. A veces ésto y a veces lo otro, pero como diría Cortázar, casi siempre lo otro. El escritor se arriesga de forma inconsciente a las miradas, a que el papel le responda enfurruñándose y haciéndose una bola que se encoge entre los dedos y pega fuerte al corazón antes de suicidarse por la basura. EL ESCRITOR. A veces pienso que no lo sabe, lo de exponerse. Y es tan estúpido tratar de corregirle, de constreñirle, de limitarle, de obligarle al fin y al cabo a mirar con tu luz. No sé si lo sabes (léase antes de gobernar) pero la luz es tuya, incide justamente en tu posición, en el verde de mis ojos y resulta tan extraño que no sea su luz. El escritor, ese alma sensible que en un intento inacabable de entenderse quiere describirnos.
El escritor. ¿Cómo describir al escritor?