jueves, 10 de junio de 2010

Chocolate y limón por favor.

Es un sentimiento en el pecho que no duele... es un alegría pero asomándose a un precipicio. No sé si me explico. Ahora que casi ha acabado lo entiendo... Entiendo porque algunas personas sensibles me decían que tenían miedo, miedo a un cambio grande, a que cada uno siga su camino, a la vida en definitiva... Yo no lo llamaría miedo, no es que tenga miedo a cambiar, es que hay cosas que no quiero cambiar. Quiero irme, conocer gente nueva, pasarlo bien, pero mientras escribo todo esto también me viene un nudo a la garganta y ganas de llorar... ¿Nostálgica? Sí, un poco. Menos mal que nos queda el verano y siempre nos quedará el verano y espero que más cosas.
Muchas caras de gente importante y de los no tan importantes, de los frikis y personajillos, de los estresados, no sé, de todos me vienen a la mente. Y de los amigos de verdad, eso sí me da miedo. No quiero perderles. Ahora me doy cuenta de que todo ha sido perfecto tal y como ha sido, no importa si me han pasado algunas cosas o si no me han pasado algunas otras. Todo ha sido como tenía que ser. Voy, también, a echar de menos ver cada día a ese grupo de personillas que están y parece como que todo vaya mucho mejor si están, que me dan calor, que me rodean y me crean un colchoncito para que cuando me caiga no me duela tanto. Voy a echar de menos las llamadas de todas las tardes a mis chicas. (Conseguiremos hacer la llamada a tres algún día) ... Voy a echar de menos hasta a los profesores. Pero no quiero volver. No es que quiera volver a vivirlo, es como cuando te comes un helado gigante y buenísimo, al principio quieres que no se acabe nunca pero luego empiezas a estar lleno y te empieza a doler la tripa y entonces se acaba y tú te quedas ahí con el buen sabor en la boca y pensando en lo bien que te ha sabido pero no te comerías otro porque estás lleno. Algo parecido, eso sí que sea un helado de chocolate y limón, con sus toques ácidos y con el dulce chocolate y que tenga pepitas. Las pepitas son muy importantes en la vida, las pepitas (o pinyons) son esas frases que parecen tontas y alguien te dice una vez y en cambio las recuerdas en una situación difícil y sonríes pensando en esa persona, son las sonrisas de toda la gente que no se cansa de mirarte y sonreír, aunque tu luzcas una cara de mierda. Las pepitas son las pulseritas que te regalan las amigas y que se te rompen de tanto usarlas, de tanto llenarlas de sal y de arena, las pepitas es eso, como las pepitas de los helados (cookies) que al principio no importa si tiene o no porque lo que vas a comerte es el helado, pero que cuando te encuentras una : mmm el helado pasa de ser una vulgar y sosa bola de chocolate a ser una crujiente, dulce y buena bola de chocolate. Mucha gente ha llenado de pepitas mi vida hasta ahora y espero que sigan haciéndolo, aunque sé que quizás esta vez el helado venga con menos pepitas vuestras.
Creo que me estoy liando un poco con los helados, todo lo que quiero decir es que vuestras pepitas son geniales =) ... No, no, no vuelvo a los helados. Lo que quiero deciros es precisamente que no sé decirlo, pero creo que lo entendéis. A veces nos pasamos la vida soñando y cuando nos llega lo que habíamos soñado ni siquiera lo aprovechamos porque no es exactamente como lo habíamos soñado, es un regalo pero envuelto en papel de periódico y nuestros ojos tan mal acostumbrados no pueden verlo. Yo ahora lo veo y me gusta, no pienso cambiarlo. Aunque esta vez me saltaré la norma de que los regalos no se regalan ...porque yo espero poder regalaros a vosotros el mismo regalo, el vuestro y el mío. Quiero. Sólo eso, el verbo querer es un verbo fabuloso. Quiero. Quiero muchas cosas, seguir viéndoos mañana, quiero seguir viéndoos pasado mañana, quiero seguir viéndoos dentro de unos meses y también quiero seguir viéndoos dentro de muchos años. Y por pedir pediría que no cambiéis, pero eso es el síndrome de Peter Pan y yo quiero veros crecer y volar... Y que volemos juntos.

8 comentarios:

  1. Y, seguirás volando, aunque se te pase el síndrome de Peter Pan. Y seguiréis compartiendo, ahora que ha pasado el limón. Quisé pasar antes para desearte suerte, con el limón, pero he andado tan liada que je n'ai vraiment pas eu le temps de passer. Profites bien de la vie ! Sonríe et rappelle toi du chocolat ! y de esas pepitas. Un abrazo fuerte de una asidua lectora de Paloma.

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  2. Muchas gracias =) Que comentario tan bonito ! =) Espero poder acordarme siempre del chocolate, espero que las dos lo hagamos.

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  3. Andre, tienes una sensibilidad que me encanta.
    Has descrito exactamente como es.
    Y lo has hecho genial, la metáfora del helado
    es... muy crujiente. Como tú :)
    Recuerdas mi pepita estrella del año pasado?
    Estos calendarios, que no están hechos para mi...

    Te quiero muchísimo, y gracias por compartir
    ese pedazo de regalo, por ponerte de colchón
    para mi y por tu constante sonrisa.

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  4. Sencillamente, esta chica tiene mucho que decir al mundo. Un beso enorme guapa.

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  5. La sonrisa, Andrea, entre lo mejor de ti. Un legado del que tu mami puede estar bien orgullosa... Un abrazote inmenso. Yo también soy mami y no olvidaré las pepitas. Te lo prometo.

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  6. Bueno, si de helados se trata, prefiero los de vainilla :-)
    Pero este chocolate: ¡me encanta! Es más, adoro tu manera de “perderte” en las esquinas de la escritura; y a volar se ha dicho.
    Y como decía Boby Lapointe :
    la maman du poisson,
    elle est bien gentille
    et moi je l’aime bien
    avec du citron.

    Un abrazo de vainilla y chocolate.

    Pd Si no conoces Boby Lapointe buscalo en youtube , un gran maestro del juego de palabras en francés.

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  7. Gracias Amadeus =)
    lo he buscado, he escuchado tube de toilette =D es genial!

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