A mi madre
Ella que escuchó tantas historias,
Ella que fue poeta, así,
sin quererlo,
con la espontaneidad
con la que nacen las rosas.
Ella, punto.
Ella que pintó del azul de sus ojos
las almas de sus hijos.
Ella que adoptó a tantos como hijos.
Ella, coma,
que pasó sutil
envuelta en una esfera.
Ella, que fue pasión,
pero a la luz de una vela.
Ella, interrogante,
que buscó en las letras
los rincones de su alcoba personal,
de su alcoba paralela.
Ella, que me enseñó
que las cosas buenas
llegan cuando menos te lo esperas.
Ella, puntos suspensivos…
Ella, sin más, riendo, a pesar.
.
Después de leer esto ¿Puede uno derretirse, aquí en público y de inmediato?
ResponderEliminarAndrea, me encantas.
Besos
Andrea dos puntos eres la bomba y punto ;)
ResponderEliminarBesicos para ti
Andrea: ella y tú sois algo especial. Este poema es algo especial. A mí me ha emocionado, porque no sólo está escrito con el corazón: también con tino y sapiencia.
ResponderEliminarLos pesares pasan, los besos, las miradas, el amor es lo que queda.
bSS
Disfrútala mucho, Andrea, pero mucho, mucho. Aprovecha.
ResponderEliminarPrecioso poema que me ha llegado a emocionar.
ResponderEliminarAndrea, dos gotas que se funden en poemas.
Besitos
Gracias, vida mía, por momentos así vale la pena todo.
ResponderEliminarTe quiero.
Ps. Te como a besos el viernes, sí o sí ;-P.
Andrea; cuando conocí a tu madre me pareció que su luz me deslumbraba, ahora que te conozco a ti pienso que sois un sol desprendiendo la misma luz.
ResponderEliminarMe ha gustado tu poema pero si cabe, aún más, el sentimiento que reflejas hacia tu madre.
Un beso.
Andrea, es la primera vez que vengo por tus páginas, y me voy emocionado, creo que vosotras dos sois increíbles, y os merecéis disfrutad la una de la otra que no existe nada más bellos que el amor entre padres e hijos. Besos millones para las dos.
ResponderEliminarLeo
Andrea, Paloma: estoy completamente sobrecogido y emocionado. Qué maravilla poder ser testigo y constatar la bellísima relación entre una hija y su madre y cómo una influye y se nutre de la otra sin dejar de ser ambas entidades y estilos totalmente independientes y sólidos en sus propias bases. Andrea, admiro a tu mamá profundamente por lo grande que es escribiendo y por lo grande que tiene el corazón, según leo, me cuentan y constato. Ahora vengo, y me sorprendes con tú con este derroche de talento, de gusto, de sentimientos que son tangibles y que se llevan con uno por auténticos y hermosos. Las abrazo a las dos y me quedo siguiéndote. También te enlazo en mi página, si no tienes inconveniente. Un privilegio ser desde ahora amigo y seguidor de las dos.
ResponderEliminarConozco a tu madre desde hace un año, y entiendo que le dediques este hermoso poema. Es verdad, es todo eso y te honra que lo reconozcas y quieras compartirlo.
ResponderEliminarYa veo que tú también has heredado su alma de poeta.
Enhorabuena a las dos.
Hola Andrea, es una maravilla de poema. Sigo a tu madre desde que abrí mi blog, y me encanta su alcoba paralela.
ResponderEliminarNo la conozco personalmente, pero sus ojos y su sonrisa dicen mucho de ella. Ahora, después de leer tu precioso y emotivo poema, la conozco un poco más.
Gracias y enhorabuena.
Un abrazo.
¡Fantástico! ...y punto.
ResponderEliminarUn saludo.
Un gran regalo el que has hecho
ResponderEliminara tu madre, dos sentires que se
funden en uno.
Sigue siempre así.
Besos para las dos
Como no habría de emocionarse una madre...es el mejor regalo, el mejor, el que más dura, ahí, provocando escalofríos desde un rinconcito tibio del corazón...
ResponderEliminarMi despiste es imperdonable. Sigo de "cerca y de corazón" a tu madre y no me había enterado que tenías un blog.
ResponderEliminarTu poema es precioso, técnica y emotivamente hablando.
Seguiré leyéndote y te deseo de verdad, que te parezcas, en todito, a tu madre.
Un abrazo
Es precioso. enhorabuena a las dos por teneros y por ser así y saber decirlo las dos tan bien. ¡Y a disfrutar
ResponderEliminarMe ha caído la lágrima ante la emoción de tus palabras. Comprendo el orgullo de tu madre.
ResponderEliminarVolveré a visitarte.
Un beso
Ufff. ¡se lo merece!
ResponderEliminarMe parece a mi que hija y mami... sois dos dulces.
Besos para la hija hoy, la madre ya los tendrá.
Te conozco por tu madre y eres un violín,
ResponderEliminarte conozco por la alcoba paralela
ya siempre vendré como el que anhela,
todos mis años de azul en un clarín.
Un abrazo desde el Guadalquivir.
Luis.
De tal madera, tal astillita. Es muy hermoso poder asistir a este gran jubilo del amor con mayusculas. Qué suerte teneis, ladronas¡.
ResponderEliminarBesos, para ambas.
Tener una madre tan maravillosa como la tuya es algo tan maravilloso como que seas consciente de ello. Yo lucho cada día para que mis dos gorditos, al crecer, me vean más o menos así.
ResponderEliminarBesos.
Está claro que quien a buen árbol se arrima... Y tú lo tenías fácil, aunque normalmente no sucede.
ResponderEliminarNo me extraña que tu madre, Andrea, esté orgullosa de ti. Yo no desespero, pero claro, para conseguir algo similiar a lo logrado por tu mader, hay que ser como ella, y ella es única.
No me extraña este poema tan fantástico.
Muchas gracias, se me saltan las lágrimas al leer los comentarios, pero el mérito es suyo, de mi madre, por ser como es. A ver si saco un ratito y os voy leyendo. Un beso muy fuerte artistas.
ResponderEliminarAndrea, qué mejor manera de conocer tu blog que con un poema tan hermoso dedicado a tu madre. Yo leo el blog de tu madre desde hace bastantes meses y tiene poemas y versos realmente hermosos, que te hacen sentir la presencia de lo poetizado. Es una poetisa a tener en cuenta, sin duda.
ResponderEliminarBesos para ti también,
Rubén.
Una ella muy completa. Ella de verdad.
ResponderEliminarSaludos a las dos.
Andrea, creo que voy a repetir las palabras de muchos de mis amigos que ya te han escrito, pero, conociendo a tu madre y conociendo de ti a través de ella, no me extraña que hayas heredado su talento y su sensibilidad.
ResponderEliminarEs un poema muy hermoso.
Me quedo siguiéndote, preciosa.
Andrea, he llegado aquí por casualidad. Me encanta la manera de escribir de tu madre, y no podía dejar de comprobar si su hija tenía la misma madera. Sois añejas las dos, como el buen güisqui, y me encantáis con vuestros versos. Me quedo un rato por aquí y me hago seguidor, si me dejas.
ResponderEliminarUn saludo.
Jorge Andreu
Estupendo poema a tu madre que es un homenaje a una gran mujer y a una extraordinaria poeta. Como dice el dicho popular: "De tal palo tal astilla".
ResponderEliminarSois geniales!!!!
Un aire de Combinación y de circunstancias me han traido hasta tu blog, y la sorpresa me ha dejado perpleja. Me encantó ese cúmulo de emociones envueltas en el fiel recuerdo, que has plasmado atado al agradecimiento y admiración por el ser que te ha dado la vida. Cuando se escribe con amor, todo lo demás sobra. Me encantó.
ResponderEliminarUn abraciño para ti y para tu madre.
Muy bueno compañera.
ResponderEliminarTu amor verdadero y eterno.
Que belleza tu mami.