jueves, 14 de octubre de 2010

jueves




- Me gustaría que estuvieses aquí conmigo.
-Estoy aquí. Rió ella, distante, como siempre. Forzada, como últimamente. Escondida.
-No, lo digo enserio. Aquí, que pudieses tocarme, que pudieses sentir como lo hago yo.
Se miran. Le duele, le duele mucho.
Y entonces, sin más, ocurre. LLora, llora la niña que lleva dentro, esa a la que le cuesta respirar y que anda siempre acatarrada. Llora la niña que está muriendo.
¿Y él? Él sonríe por dentro.

8 comentarios:

  1. Esto deben ser los genes querida Andrea, te clavas en el alma del que te lee.

    Besicos para ti

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  2. No sabes hasta que punto me alegra leerte de nuevo.
    Un abrazo grande.

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  3. Amadeus, he estado en standby, pero parece que vuelvo.
    Muchas gracias. A mi me alegra que me leas. =)

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  4. Y me alegro de pasar por aquí y volverte a leer.

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  5. Me conmueve esta escena. Me conmueve mucho. Leer dos, tres veces tu texto y ver la carita de la niña... Cuánto me alegro de haber llegado a este rincón.

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  6. Eres una artista Andrea :)
    Te agrego que me he hecho un blog, un besito

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